Educación Ambiental para Estudiantes

 Campiña manabita

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Las costumbres de Manabí son variadas, se dividen en diferentes áreas como gastronomía, agricultura, entretenimiento y vestuario.  En gastronomía se pueden distinguir los platos típicos y los objetos intermedios que se utilizan para elaborarlos, un ejemplo de plato típico es La Tonga, la cazuela, pollo seco, entre otros; y los objetos para hacerlos serían las vasijas de barro y los molinos.  En la agricultura se puede encontrar el uso de caballos o mulas para mover objetos o medios de transporte y se cultivan diferentes alimentos como la yuca, el café entre otros.  La animación es una temática variada, se hacen peleas de gallos que se llevan a cabo con dos pájaros y un gran público, también están los amorfos que bailan y cantan acompañados de música tradicional Y por último tenemos la indumentaria, que normalmente es el hombre que lleva un  camisa larga blanca, pañuelo alrededor del cuello y vistiendo el tradicional sombrero de paja toquilla, en cambio la mujer usa vestidos largos de colores, junto con diademas decoradas con flores Podemos concluir que todas estas costumbres son las que caracterizan Manabí.  que lo distingue de otras culturas y otras costumbres, no importa cuánto tiempo puedas seguir viendo estas costumbres en la música, en las celebraciones y entretenimientos de hoy.

En la campiña de esta provincia se vive un ambiente de cordialidad y libertad. Todos se conocen y ayudan como una gran familia. A diferencia de la ciudad, en la cual cada quien vive su vida y por último desconocen hasta el nombre del vecino. Allá en cambio los saludos son cálidos y sonoros. En el campo, la mujer manabita prefiere preparar las delicias culinarias en horno de leña y ollas de barro, y no en la cocina de gas, pese a que cuentan con ella. La colaboración del esposo es esencial, pues es quien suministra lo necesario para el hogar. La comida manabita es única, las recetas permanecen a través del tiempo y los paladares de quienes prueban esta sazón se acostumbran a las mismas, que en esta tierra son una especialidad mágica. Y es que con tanta variedad, teniendo como base el plátano, el maní, el arroz, la leche, el choclo, es difícil prohibirse de estos placeres. El horno de leña y las vasijas de barro son íconos de los manabitas, estas guardan el exquisito sabor original de la gastronomía que atrae a locales y extranjeros. Su fama trasciende fronteras.